Una mañana

Tengo un chorro de trabajo. Ahorita estoy comiendo cereal aqui en mi escritorio, y el teléfono sigue sonando y ni dejan comer agusto. Parece que alguién le movió al timbre y hoy suena más estridente que nunca. Estoy esperando lo peor de este día, la mañana no pinta bien. Primero, despierto tarde, brinco de la cama, y al correr al baño un leve error de cálculo y el dedo chiquito del pie roza la puerta, con el subsecuente gritadero de maldiciones y brincotear por la casa para mitigar el punzante dolor. Una vez controladas las lágrimas y la frustración por lastimarme de esa tonta manera, todo parecia ir bien. Empiezo a peinarme, tomo el bote de gel y la tapadera no estaba bien puesta...PAC! Ahi está, un litro de materia gelatinosa embarrada en el piso con pedazos de plástico...JUSTO LO QUE NECESITABA. Respiré hondo, y creía haber superado el asunto...salgo de mi casa, me subo a mi carro, meto reversa y PUM! El carro de mi hermana estacionado atrás. ¿Cómo se le ocurre quedarse estacionada atrás de mí, que salgo temprano?? Lo peor es que no podía creer lo estupido que fui al meter reversa sin ver el espejo. Inadmisible. Todo eso provocó que saliera extremadamente tarde al trabajo, por lo que tuve que acelerar, pero ya habia una preocupacion. Cada momento pensaba que súbitamente iba a saltar al camino un payaso trepado en un ridículo monociclo haciendo malabares, y lo iba a atropellar, o algo igualmente sin sentido y gracioso para todos, menos para mi. Por pura suerte y gracia del Espíritu Santo, eso no ocurrió. Ya estoy aqui en la oficina y espero que esa racha de incidentes adversos ya haya terminado. Ya terminé de comer mi cereal. Creo que tardé como hora y media por el temor a ser el hazmerreir de todos con cereal y leche embarrados en mi camisa por el resto del dia. Ahora, ya sólo debo eliminar esos restos de leche para que no suceda otro improbable accidente y ya estoy listo....atrincherado para evitar cualquier accidente, más alerta que nunca a cada uno de mis movimientos. TODO BAJO CONTROL.